Ópera DON GIOVANNI de W. A. Mozart
Intenciones del director de escena:
Pienso que Mozart, y con él, Da Ponte, pueden ser considerados como los más geniales libretistas de la historia de la ópera, por haber dado una indicación precisa de cómo debía ser el mito de Don Giovanni. Proveniente de las tradiciones literarias y teatrales, teniendo en cuenta la diferencia esencial entre la ilustración hecha por Tirso de Molina y la de Moliere, seguramente recargada por los primeros síntomas del ejercicio filosófico que envolverá los personajes en la época romántica. Lo hicieron definiendo su trabajo como comedia dramática, etiqueta ambigua y contradictoria de la costumbre teatral napolitana. Se necesita recordar que la compañía de Praga por la cual la ópera fue escrita en 1787 era enteramente italiana y se dedicaba a este repertorio.
La universalidad y la constante validez del mito han conducido al hecho de que las representaciones se interpreten más allá del tiempo y del lugar original de la obra (“la acción se fija en una ciudad de España”, como lo indica el libreto) incluso con estructuras intelectualizadas dictadas por ideas de “teatro de director”. Creo que en tierras de España, sería legitimo presentar un Don Giovanni lo más esencial y parecido posible a sus orígenes literarios. Procuro poner de relieve lo que creo ser el símbolo principal de la obra, la estatua ecuestre del Comendador. En Salzburgo, bajo la fortaleza de Hohensalzburg, en el antiguo cementerio de San Pedro, queda todavía la estatua de un guerrero. La tradición cuenta que Mozart quedó impresionado y conservó este gran recuerdo hasta la realización de Don Giovanni. Hipótesis sugestiva, confirmada por cualquiera que escuche la música. Riccardo Canessa
Mas información en: http://www.opera2001.net/es/obra/don-giovanni-0
Ópera DON GIOVANNI de W. A. Mozart